viernes, 30 de enero de 2009

GANDHI...

Hoy 30 de Enero conmemoramos un año más de la desaparición física de Mahatma Gandhi (Mohandas Karamchand Gandhi; Porbandar, 1869 - Delhi, 1948) Pensador y líder del nacionalismo indio. Es la personalidad indígena más relevante de la historia india contemporánea. Domina la escena política y social de la India durante la primera mitad del siglo XX. Valioso legado de su actividad encaminada al bien de sus compatriotas y a la independencia de su país en el marco de una extraordinaria concepción filantrópica y humanitaria.

Así rezaba Gandhi…

Señor...


Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.


Si me das fortuna, no me quites la razón.


Si me das éxito, no me quites la humildad. Si me das humildad, no me quites la dignidad.


Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.


Enséñame a querer a la gente como a mí mismo. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.


Más bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.


Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.


Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.


Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.


¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

jueves, 29 de enero de 2009

LAS CLAVES DEL CAMBIO.


UN DÍA DE PRIMAVERA, sobre las ramas de los árboles de un gran bosque, una lechuza se encontró con un búho sabio.

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–¿A dónde vas? –pregunto el búho.
–Me estoy mudando al este, contestó la lechuza.
–¿Por qué? –preguntó el búho.
–La gente de aquí es estúpida y vulgar. No le gusta mi graznido y, a causa de ello, no tengo más que problemas con todo el mundo que conozco –replicó la lechuza- Por eso quiero trasladarme a otro lugar, para no volver a ver lo que veo aquí.
El búho sabio respondió:
–Si quieres cambiar tu voz, estará muy bien. Pero aunque te vayas al este o al oeste dará lo mismo, porque a la gente de allí tampoco le gustará tu graznido.

Acuérdate, querida, que por más que cambies y sustituyas cosas en el exterior, tu graznido te perseguirá, ya que las verdaderas claves del cambio están siempre en el interior.

Extraído del libro
Cuentos para aprender a aprender.

José María Doria (Gaia)

miércoles, 28 de enero de 2009

SABIDURÍA...

SABIDURÍA…


"El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo

lo que dice" Aristóteles.


“Es tan difícil a los ricos adquirir la sabiduría como a los sabios adquirir las riquezas” Epicteto.


“Aunque la sabiduría no puede adquirirse con oro, menos todavía puede adquirirse sin él” Sanuel Butler.


“La ira se halla en muchos animales, la sabiduría solo en el hombre” Pitágoras.


“La sabiduría consiste en saber que se sabe lo que se sabe y saber que no se sabe lo que no se sabe” Proverbio chino.


“La sabiduría no se traspasa, se aprende” Proverbio árabe.


“La sabiduría se encuentra en la naturaleza, no en los laboratorios” Manuel Lezaeta.


“No puede haber sabiduría sin humildad” Sócrates.


“Quién añade sabiduría añade dolor” Eclesiastés.


“Quien sabe de dolor todo lo sabe” Dante Alighieri.


“Recoger la sabiduría de otros, también es de sabios” Juan Guerra Cáceres.


“El mejor indicio de la sabiduría es la concordancia entre las palabras y las obras” Lucio Anneo Séneca.


"Lo que quiere el sabio lo busca en sí mismo; el vulgar, lo busca en los demás" Confucio.


"Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla" Aristóteles.

"La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia"
Sócrates.

martes, 27 de enero de 2009

HISTORIA de una mariposa...

Cuentan que un hombre, mientras paseaba por un campo cercano a su casa, encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver cómo nacía. Un día se dió cuenta de que había un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar, durante varias horas, cómo la mariposa luchaba para poder salir de allí.

Vio cómo se esforzaba para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio. Hubo un momento en el que parecía que ya no progresaba en su intento. Daba la sensación de que se había quedado trabada. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y, con unas tijeras pequeñas, hizo un corte lateral en el orificio para agrandarlo y facilitarle la salida. Así fue como la mariposa vió la luz. No obstante, tenía el cuerpo muy hinchado y las alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, esperando a que, en cualquier momento, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar el peso del pequeño cuerpo de la mariposa. Nada de eso sucedió, y la mariposa sólo podía arrastrarse en círculos, con su cuerpo deformado y las alas dobladas... Nunca llegó a volar.

Lo que en su ignorancia no entendió el hombre, inmerso en su espíritu salvador, es que la restricción de la abertura del capullo, y la lucha de la mariposa por salir a través del agujero diminuto, era la forma en que la naturaleza forzaba a los fluidos de su cuerpo a ir hacia las alas a fin de que se hicieran grandes y fuertes para poder volar.
La libertad y el vuelo sólo pueden llegar después de la lucha y el esfuerzo. Y al privar a la mariposa de su lucha, ayudándola a salir del capullo, también le privó de su libertad y de su capacidad de llegar al cielo.

Extracto del libro, Aplícate el cuento… Jaume Soler y Mercé Conangla, Ed Armat.