jueves, 5 de febrero de 2009

CARTA A UN "MAESTRO" ZEN ....

Encontré esta carta a un maestro zen por ahí en Internet y, me pareció interesante ponerla aquí quitando los nombres, por la simple razón que pienso y comparto la idea central de esta carta. No es maestro zen quien quiera, pero pienso que el que la escribió ya es su propio maestro hoy... e ira caminado libre por ahí...que la fuerza le acompañe.


CARTA A UN MAESTRO ZEN


Respetado Maestro D.T.:


En realidad cuando viajé al Monasterio S. para ordenarme Bodhisattva, yo ya me sentía totalmente monje... Toda mi personalidad, en su triple manifestación, habían sido ya ofrecidos al Divino...incondicionalmente…eternamente...!

Llegué al Monasterio con el corazón henchido…,

Que rápida catarsis me indujo a renunciar a la ordenación formal a las 24 horas de mi llegada..., varios factores me hicieron sentirme extraño y desubicado…y, honestamente quiero expresárselos porque alguna extraña fuerza me impulsa a ello, ateniéndome a la percepción sentida en los diferentes ámbitos:

Desde un principio me invadió la certeza de que los ritos y los imponentes ropajes carecían de vida…pues no los respalda el amor, por lo tanto no hay interacción entre los miembros del grupo...de corazón a corazón… (i shin den shin )...sino que cada miembro de la comunidad se considera separado de los demás...y, mejor según el derecho que tenga a ciertas parcelas de poder individual, en razón a su proximidad a usted...cuanto más cerca están, más importantes se consideran y peor tratan a los demás, a veces ya no sólo no hay amor, sino que impera el despotismo... La falta de auténtica espiritualidad se intenta paliar con normas rígidas, arcaicas, decadentes y que todavía avivan más el aspecto personalidad del grupo, en vez de fomentar la unidad, el amor impersonal, el servicio desinteresado y la no separatividad...

Tienen tanto apego a la forma y a las formas, que han olvidado la esencia que subyace dentro de todas ellas, dándole una importancia indebida a las apariencias, hasta tal punto que ha sepultado el espíritu de amor y fraternidad universal, que debe ser el nexo de unión de todos los grupos y comunidades espirituales... Cada comunidad individual no tiene fuerza por sí misma, ya que formamos parte de un Ser Celestial, la fuerza de cada grupo o comunidad debe ser el servicio a los propósitos de la Totalidad... sólo cuando las células de ese Ser, sientan el amor y la unidad, estarán cumpliendo el Propósito de su existencia, en el plano físico.

Las comunidades espirituales para que realmente puedan recibir ese nombre, deben originarse y expandirse merced a una fuente magnética irradiante (el Maestro). que los una y coordine dentro y fuera de los planos físicos..., para recibir esa conexión es condición indispensable que al menos haya alguien que sea el receptor y el transmisor de esas corrientes espirituales...ese Maestro es responsable debido a su condición, de que entre la comunidad circulen las corrientes más puras y positivas, cerrándole el paso a las densas y egoístas... es decir el buen funcionamiento del grupo es confiado al Maestro, por su visión espiritual y superior capacidad de discernimiento...

Si no existe en la comunidad alguna persona con esas cualidades ¿Cómo va a saber si alguien está preparado para recibir una debida ordenación? ¿...no lo sabe, se limita y está limitado a una información exterior, de una persona que quizás no tenga tampoco visión discernidora, y que quizás carezca de amor... ¿Cómo va a ayudar a los que le han sido confiados ...? ¿Cómo va a evitar que la comunidad o el grupo caiga en el orgullo y egoísmo espirituales...?

Cuando llegué al Monasterio a ordenarme, creí que iba al encuentro de mis hermanos en Buda... en el Divino... de mis hermanos de Sanga...!, y que recibiría una acogida amorosa...pero mis deseos de unión con la comunidad fueron interceptados por un muro gélido, que me recordaba que yo era tan sólo un recién llegado...y que no formaba parte de ellos... En todo momento me he sentido mal acogido, y desubicado...y no he encontrado ningún centro magnético al que unirme, salvo el mágico canto de los pájaros, que amorosamente me llevaba a la armonía interna y a la fusión en la conciencia Hishiryo...!

Con amor y respeto, su hermano en Buda.

F.



4 comentarios:

Alimontero dijo...

Querido Marcos, preciosa carta de un discípulo al Maestro Zen...y que la fuerza lo acompañe!!- como bien dices..
A medida que la leía me recordaba de tantas otras instancias semejantes donde ocurre exactamente lo mismo... es frustrante!
Me he encontrado ante escenarios similares donde prevalece aún la forma, lo de siempre, sin variantes, -"las viejas formas" - cuando hoy existen otras necesidades, la "comunidad" lo pide a gritos, atrevernos a dar un paso diferente.
El mundo está cambiando, y las formas aún permanecen...quien las quiebra rompe esquemas y es marginado...
Solo confío en que cada vez la "minoría es cada vez mayor"...;-)
Estas palabras, que aqui describes, me dicen algo esencial:
"el espíritu de amor y fraternidad universal, que debe ser el nexo de unión de todos los grupos y comunidades espirituales... Cada comunidad individual no tiene fuerza por sí misma, ya que formamos parte de un Ser Celestial, la fuerza de cada grupo o comunidad debe ser el servicio a los propósitos de la Totalidad..."
Así sea, así es.. hecho está!!
Un abrazo al lado izquierdo, junto a tu corazón...;-)

Ali

J. Marcos B. dijo...

Gracias por estar por aquí Ali. Es un placer ver que te gusto esta carta, porque sinceramente pienso que no es necesario ir a ningún lugar retirarse, ni monasterios ni nada de todas estas historias...para ser religioso.

Ser religioso -según mi entender- es actuar atentamente en el presente consciente de que, en cada acto que emprendemos, estamos creando el futuro en el Ahora en cada acción y, cuidando dichas acciones y conscientes que estamos frente a nuestros hijos, que son esponjas y reproductores de lo que hacemos bien y mal...

Asi que según lo que hacemos...se va construyendo nuestras vidas y la de nuestros hijos que son el porvenir del ser humano... recordemoslo..., es fácil entenderlo...

Un abrazo igual-.

M

josé maría dijo...

Lo único que hace falta es encontrar la armonía interna, y aunque un lugar de oración pueda ayudar a ello lo primordial es el ESTAR y el SER.

PAZ Y AMOR para ti, para todos...

LILIANA POSSO L. dijo...

me siento agradecida de haber encontrado esta carta. me paso lo mismo en un monasterio zen. sin embargo tambien trascendi esa experiencia. pues estoy segura fue la del ego. internamente se que evolucione, descargue mucha informacion innecesaria de mi cuerpo y mi mente. es paradojico, pero en todos -la mayoria- de los monasterios esta es la experiencia inicial. es decision nuestra trascenderla.
liliana